R. Naudí. La Seu d'Urgell. Abril 2014
En "l'Apropem la Psicologia" d'avui, entrevistem a la Sonia Garcia, psicòloga i psicoterapeuta que treballa com a voluntària a l'associació Mujeres Pa'lante, espai d'acompanyament a dones migrades procedents de llatinoamerica i que duu a terme la seva labor a l'Hospitalet de Llobregat i Barcelona.
Primero de todo nos gustaría darte las gracias por concedernos esta entrevista.
En "l'Apropem la Psicologia" d'avui, entrevistem a la Sonia Garcia, psicòloga i psicoterapeuta que treballa com a voluntària a l'associació Mujeres Pa'lante, espai d'acompanyament a dones migrades procedents de llatinoamerica i que duu a terme la seva labor a l'Hospitalet de Llobregat i Barcelona.
Primero de todo nos gustaría darte las gracias por concedernos esta entrevista.
Sonia es una
persona reflexiva, inquieta y tenaz que siempre ha querido ser psicóloga,
supongo que por ese afán que tiene en acompañar a los demás en los momentos
difíciles.
Hay momentos en
que ver el sufrimiento que personas generan a otras personas le hacen
cuestionar la bondad del ser humano, pero son estas mismas injusticias las que
le dan fuerza para seguir en esta labor, donde todos podemos hacer mucho bien.
Para quien no lo sepa, ¿cómo le explicarías qué es
Mujeres Pa’lante? ¿Qué proyectos desarrolláis?
El proyecto Mujeres Pa´lante es un
espacio de acompañamiento a mujeres latinoamericanas. Entre los servicios que
ofrece la asociación se encuentra el acompañamiento psicosocial, el
acompañamiento sociolaboral, iniciativas de organización de mujeres, la
formación en extranjería y la convivencia y participación con otras redes de
inmigrantes y mujeres autóctonas.
¿Qué motivos llevan a una mujer a acudir a vuestra
asociación? ¿Vienen cuando no ven otra
salida o no dejan pasar ni una?
No sé si puedo
contestar a esta pregunta ya que sólo conozco a las usuarias que piden
asistencia psicológica. Yo pienso que las mujeres que vienen están activamente
buscando la manera de estar mejor, de encontrar soluciones a su situación
actual, de buscar alternativas, formación... Creo que no es que no dejen pasar
una salida, si no que buscan siempre una salida, no se rinden.
¿Qué problemáticas exponen vuestras usuarias?
De problemáticas
hay de muchos tipos. Principalmente he atendido personas con alteraciones del
estado de ánimo, problemas de adaptación, traumas y casos de violencia de
género.
¿Hay algo que admires de tus pacientes?
Admiro sin lugar
a duda su fortaleza. No deja de maravillarme la actitud positiva ante las
dificultades, la mirada esperanzadora hacia el futuro y las ganas de superar
los obstáculos y salir hacia delante.
¿Quién cuida a las cuidadoras?
Algunas de mis
pacientes han trabajado como cuidadoras. Es un trabajo duro no sólo por el
trabajo en sí, si no por el número de horas que realizan normalmente como
internas en algún domicilio. Al final son pocas las horas que les quedan para
cuidar de sus familias y de ellas mismas. ¿Quién las cuida? Pienso que ellas
mismas aunque siempre en último lugar.
¿Cual crees que es el rol que la sociedad le otorga
a la mujer? ¿Es la mujer considerada un elemento de consumo más?
Esta pregunta me
ha hecho recordar unos párrafos del libro El error de Prometeo del profesor Manuel Villegas que me impactó
mucho, en el que dice “[...] de modo que en una sociedad idealmente igualitaria
entre sexos a las chicas les correspondería tareas en todo semejantes a la de
los chicos en cuanto a su identidad laboral, profesional y social. Pero a
diferencia de éstos, la sociedad evalúa en ellas el atractivo sexual como
propiedad primaria y discriminante, como si ésta fuera su carta de presentación
social con ventaja o desventaja por encima de las otras dimensiones [...]“
Creo que tenemos
que seguir trabajando duro para concienciar y cambiar la “sexualización” actual
de las mujeres procedente de diferentes fuentes como las revistas, el cine, la
música, los concursos, etc.
¿Qué le dirías a una mujer que siente que puede
estar siendo maltratada? ¿Cuál es la
frontera donde empieza el maltrato?
Que ella no es
culpable, que puede salir de allí. Creo que es uno de los primeros puntos a
trabajar ante el maltrato. Muchas mujeres se quedan atrapadas en la culpa
cuando han estado sometidas a maltrato y vejaciones.
Lo primero que
hace el agresor es apoderarse de tu autoestima y alejarte de tus redes
sociales.
No sé si hay una
frontera como tal, supongo que hay muchas. Yo pienso que el maltrato empieza:
En el primer
grito,
En el primer insulto,
Cuando te
controlan,
Cuando te
vigilan,
Cuando te dicen
cuando puedes hablar,
Cuando te dicen
cuando y que puedes comer,
Cuando te dicen
con quien puedes hablar,
Cuando te dicen
cómo te has de vestir,
Cuando te
humillan,
Cuando mantienes
un contacto físico que tú no quieres,
Cuando te tratan
de ignorante,
Cuando te dicen
que tú no puedes,
Puede que alguna
de estas afirmaciones te hayan sorprendido (como me pasó a mí en su día) pero
te aseguro que son situaciones reales que por desgracia se dan actualmente.
Sabemos que tu labor en el proyecto es de carácter
voluntario, ¿qué te empujo a entrar a formar parte de él?
Conocí la
asociación a través de psicólogos sin fronteras. Fue algo casual, una de esas
cosas que aparecen en el camino y hace que tu ruta tome otras formas, otros
lugares y otras personas que te enriquecen. Hace dos años que estoy con la
asociación. Creo que lo que me ha empujado a seguir en el voluntariado no es
sólo la satisfacción de aportar todo lo que puedes a otro ser humano, si no lo
que otros seres humanos me aportan. Siempre agradezco a todas mis pacientes lo
que me han enseñado, con su persona y sus experiencias vitales. Siempre
recibimos, algo aportamos.
¿Qué le dirías al ministro de justicia Gallardón
respecto a su reforma del aborto?
No sé cuál ha
sido el motivo, si la crisis u otras cuestiones, pero hace ya un tiempo han ido
progresando los discursos misóginos y neoconservadores que cuestionan los
derechos de las mujeres.
Como dice Nuria Varela: “Hace apenas dos años el
discurso machista era vergonzante y ahora vuelve a ser el discurso dominante”.
Pienso que la
reforma del aborto es un horrendo paso atrás, es una involución. Se ha
frivolizado el aborto. Parece que el abortar no signifique nada para la mujer,
como si allí no hubiese sufrimiento y si eso no dejase huella. Muchas veces es
resultado de falta de educación sexual, de problemas económicos, de violencia,
de discriminación…
Es muy triste
ver lo que está pasando, la verdad.
Quizás le diría
Sr. Gallardón ¡deje de criminalizar a las mujeres y legisle para reducir el
sufrimiento!
Muchas gracias Sonia.
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